Can Bagaria será la nueva sede de MMACA. Esta es para nosotros una muy grande noticia que nos abre una ilusionante perspectiva de crecimiento y consolidación.

En febrero de 2023, hemos suscrito un convenio con el Ayuntamiento de Cornella que lo recoge. El Ayuntamiento se hará cargo de la rehabilitación que tiene un presupuesto estimado de 3,5 millones de euros.

Las obras previsiblemente tendrán una duración de 2 o 3 años, en este periodo, el museo seguirá en Can Mercader. Una vez la sede principal ya se traslade a Can Bagaria se definirá el uso del espacio actual de Can Mercader.  

El edificio de Can Bagaria

Buenaventura Bagaria Vidal (1856-1936) encargó la construcción de esta fábrica textil al arquitecto Modest Feu i Estrada (1870-1933). Las obras se llevaron a cabo de 1920 a 1925

Todos los edificios modernistas que forman el complejo, están construidos con ladrillo visto. El edificio central está formado por dos grandes naves simétricas cada una formada por 3 cuerpos. El MMACA se ubicará en una de estas naves.

Dispuestos perimetralmente a su alrededor hay 3 edificios uno de los cuales ha sido rehabilitado y es la sede de la Escuela Municipal de Música Roser Cabanes.

El tejado está constituido por bóvedas de ladrillo visto soportadas sobre pilares de fundición y sujetos por tirantes de hierro. Las bóvedas tienen lucernarios en las dos vertientes, la luz que entra por ellas hace innecesarias las ventanas. 

La fachada destaca por su sobriedad. La entrada principal está enmarcada entre dos torres con las únicas ventanas de todo el edificio, tiene un cuerpo cuadrangular elevado cubierto con una cúpula modernista. La silueta de los 3 cuerpos a ambos lados con la línea del tejado en zig-zag es característica. 

Historia de Can Bagaria

La fábrica de Can Bagaria es una muestra del proceso de industrialización de las comarcas del cinturón de Barcelona a principios del siglo XX.

Las dos naves del edificio central estaban dedicadas una a hilaturas y la otra a tejidos. Se producían mantas, toallas, vándalos y tejidos, se utilizaba el algodón, la lana y la seda. Los edificios laterales acogían los diferentes talleres auxiliados. El director de la fábrica vivía en la torre situada en la esquina de la carretera de Esplugues.

La fábrica funcionó hasta el año 1972. Entonces fue ocupada por diferentes empresas y en el transcurso de los años sufrió una degradación progresiva. En el año 2002 fue incluido en el Inventario del patrimonio industrial de Cataluña

En el año 2017 fue adquirida por el Ayuntamiento de Cornellà con la voluntad de rehabilitar los edificios y convertir el conjunto en un centro cultural. Además de las intervenciones urgentes para detener la degradación, se ha arreglado el edificio Noroeste donde se ha trasladado la Escuela Municipal de Música Roser Cabanes y se ha ajardinado el solar.